Mónica Yuliza Díaz Calzadilla CBTis# 117

HASTA QUE TU MUERTE NOS SEPARE

Esta historia inició como cualquier otra. Laura y Óscar, dos jóvenes que se amaban con locura. Toda su vida -o al menos la que alcanzaron a vivir- estuvieron juntos; nada malo les ocurría.

Pasó el tiempo, y Laura comenzó a sentir algo dentro de ella; una oscuridad que la consumía poco a poco, ojalá se lo hubiera contado a alguien. Pero no lo hizo. Le aterraba lo que sea que fuera.

Al crecer, decidieron que era hora de casarse; y lo hicieron.

En ese momento sintió que había desaparecido la oscuridad, que solo había sido una etapa.

Tiempo después, al salir de su trabajo; sintió que la oscuridad regresaba de nuevo; que perdía el control en sí misma. Intentó conducir lo más tranquila posible, y no pudo; estaba eufórica, sabía que algo andaba mal. Pero de nuevo lo ignoró.

Al llegar a casa Óscar la recibió con un cálido beso y la cena casi lista. Mientras terminaba, Laura fue a recostarse un poco, creyendo que así se sentiría mejor. De pronto, la consumió la oscuridad, y perdió todo el control: fue al gabinete donde escondían el revolver y se dirigió hacia la cocina. Al estar frente a Òscar apuntó la pistola a su cabeza. Asustado y sin saber lo que pasaba, le dijo:

  • ¿Cariño? ¿Qué crees que haces?

Llorando de rabia y miedo sólo pudo contestar “no lo sé”.

     —Laura, por favor baja eso; ¿acaso has perdido la cabeza?, tú me amas, yo a ti y estaremos juntos hasta que la muerte nos separe.

Fue ahí cuando algo la obligó a sonreír cínicamente y decir:

  —Así es, querido; pero, ¿qué te hizo creer que sería mi muerte la que nos separara y no la tuya?

Entonces, disparó.

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